Durante más de una década, el partido entre Bayern Múnich y Borussia Dortmund, más conocido como Der Klassiker, se mantuvo como un duelo de máxima rivalidad en la Bundesliga. Desde 2015, ambos equipos siempre han estado entre los cinco mejores clasificados antes del encuentro y, en 9 de 19 ocasiones, se ha tratado de un enfrentamiento entre el primer y el segundo clasificado.
Para unos, a juzgar por los resultados del año anterior y de la presente competencia, el próximo Klassiker de la jornada 29 en Múnich no parece que vaya a ofrecer ese mismo nivel de intensidad y regocijo que hacía vibrar al unísono a centenares de personas agrupadas en sendos estadios. Para otros, incluso con el escenario actual se trata de un duelo que no ha perdido su esencia, que sigue rodeado de cierta mística y que permanece, al fin y al cabo, como una seña de identidad del fútbol alemán.
Diferencia abismal
Los bávaros y las abejas del Dortmund llegan a su “clásico” número 112 de Bundesliga con una diferencia muy profunda. Entre ambos hay una distancia de 27 puntos o, lo que es lo mismo, de siete plazas. El Bayern lidera la clasificación, mientras que el Dortmund se encuentra en octava posición gracias a una buena actuación en sus dos últimos partidos de liga. Un rayo de esperanza entre todas las sombras que rodean al club negriamarillo esta temporada.
También es una de las mayores diferencias entre ambos equipos en la historia reciente de la liga. Una brecha similar no se veía desde la temporada 2013/14, cuando el Bayern aseguró el título de la Bundesliga después de la jornada 27, con una ventaja de 25 puntos sobre el segundo clasificado, el Borussia Dortmund.
En el cómputo global de encuentros en Bundesliga, el equipo muniqués ha ganado 54 de estos partidos, el BVB lo ha hecho en 26 ocasiones, y 31 partidos terminaron con un empate.
Si se observa más de cerca el próximo encuentro, el Borussia Dortmund solo ha vencido al Bayern Múnich a domicilio en Bundesliga en seis ocasiones. La más reciente ocurrió el 30 de marzo de 2024, cuando el Dortmund ganó 2-0 en el Allianz Arena, con goles de Karim Adeyemi y Julian Ryerson. Antes de este triunfo, la última victoria del Dortmund en Múnich fue un 26 de febrero de 2011, cuando se impusieron 3-1, según datos disponibles en el portal Kicker.de.
En el partido de ida de esta temporada, el encuentro terminó en tablas, lo que deja el escenario totalmente abierto, especialmente después que ambos equipos perdieran sus sendos encuentros de Champions League esta misma semana.
Reinvención y cambio generacional
Incluso si los resultados individuales no acompañan -como sucede en la actual competición -la tensión competitiva que despierta este partido se ha convertido, sin duda alguna, en parte del ADN del fútbol germano. Podría decirse que el Klassiker nunca muere, porque siempre encuentra nuevas formas de mantenerse vivo. Ya sea por la irrupción de nuevas figuras, los giros dramáticos en el marcador o la pasión de sus seguidores, este duelo es una celebración del fútbol en su estado puro.
De hecho, este encuentro ha sido escenario de algunos de los mejores futbolistas del continente: Stefan Effenberg, Oliver Kahn, Karl-Heinz Rummenigge, Marco Reus, Franck Ribéry, Arjen Robben, Erling Haaland, Jude Bellingham o Thomas Müller. Precisamente este último está en boca de todos en las últimas semanas desde que anunciara su salida del Bayern a finales de esta temporada. Así, el próximo encuentro puede que sea su último baile en un clásico con la camiseta bávara.
Con todo, Müller es el jugador con más apariciones y victorias en el Klassiker y, por tanto, símbolo de esta rivalidad. El exinternacional alemán ha participado en 28 encuentros de estas características, logrando 15 victorias, más que cualquier otro jugador del Bayern en este enfrentamiento. Así, en su primer clásico allá por septiembre de 2009, Müller marcó dos de sus primeros 150 goles en su cuenta particular contra el BVB, contribuyendo a la victoria bávara por 1-5 en Dortmund.
Der Klassiker entre Bayern Münich y Borussia Dortmund no solo es un duelo entre los dos clubes más icónicos del fútbol alemán, sino también una plataforma para el surgimiento de nuevas estrellas. Con cada edición, se renueva el protagonismo, y los rostros cambian, pero la intensidad permanece. En el lado bávaro, jugadores como Jamal Musiala -autor del gol del empate en la ida-, Aleksandar Pavlović o Michael Olise. Mientras, del lado del Dortmund, Karim Adeyemi, Maximilian Beier o Jamie Gittens – el que anotó la diana para las abejas– representan ese futuro inmediato.
Con solo cinco partidos restantes tras la parada en Múnich, este Klassiker podría ser crucial en la reñida lucha por los puestos de clasificación europea. Los negriamarillos están claramente dispuestos a dar batalla por todos los puntos posibles para intentar asegurar un lugar entre los seis primeros, mientras que el Bayern solo tiene una meta: recuperar el título de la Bundesliga ante el Bayer Leverkusen.
(ms)